lunes, 4 de mayo de 2009

Novela negra, novela de misterio

La novela negra desde un principio trató de mostrar el estado de la sociedad (…), sus problemas, la gente que la formaba (…) De hecho, la novela negra se separa de su matriz, la novela de misterio, en el momento que toma conciencia social.

Lluis Gutiérrez, “Jazz y blues en la novela negra americana”. Revista Quimera nº 305 (p. 65)



Es como un símil del propio crecimiento de los seres humanos, de pequeño vives en tu mundo donde las cosas se solucionan (incluso hay charla moralizadora final), pero después descubres la verdad, el mundo te pasa por encima y la ironía parece la más lógica de las soluciones. Para reflejar algunos puntos de ese distanciamiento del hijo respecto al padre me apoyaré en un par de obras, la novela gráfica “Criminal 1.Cobarde” de Ed Brubaker y Sean Philips y “El relicario” de Douglas Preston y Lincoln Child, no serán seguro los mejores ejemplos de ninguno de los dos géneros pero ilustran bien esos caminos.


HISTORIA. En la novela negra (así como en el cine) la trama no es fundamental, poco importa si es un robo que sale mal, unos policías corruptos, un detective solitario, un delincuente de poca monta o un asesino profesional, lo fundamental es la relación de cualquiera de estos con su entorno, son personajes que soportan una pesada carga con su propia existencia, a menudo secretos que les atormentan, experiencias traumáticas o, simplemente, una existencia dura en los “bajos fondos”. Por el contrario, las de misterio tienen una estructura más definida, ocurre un crimen, se presenta a los personajes, se inician las investigaciones (normalmente con dos líneas, la policial y la de los protagonistas, que suelen ser “independientes”), se llega al desenlace por supuesto con la opción no policial. En este punto, aparecen ciertos elementos curiosos pero que por reiterados no dejan de ser sorprendentes, por un lado la vía policial suele producir sospechosos prematuros que son fruto del interés por cerrar rápido y “chapuceramente” el caso. Otro elemento es el famoso climax donde los protagonistas son capturados por el malo y este explica sus motivaciones y deseos. Suelen contar su historia pero este género no se caracteriza por una presentación crítica del bien y del mal, son personajes que no admiten matices, incluso las fuerzas del orden, a pesar de la incompetencia con que suelen ser planteados, no admiten discusión, son buenos o malos.

PROTAGONISTAS. En las novelas de misterio se presentan en nuestro ejemplo una típica pareja de investigadores, como una versión moderna de Sherlock Holmes y Dr. Watson, que aparecen a lo largo de la historia en multitud de ocasiones (incluso en el cine, siguen este modelo Morgan Freeman y Brad Pitt en Se7en). Son dos personajes complementarios, por un lado está el “sherlock”, guía del equipo, un personaje con una gama de recursos ilimitados, con una cantidad de conocimientos tangenciales que le permiten una visión global del asunto, un ponerse en el lugar del criminal, predecir sus movimientos, normalmente no se prodiga en explicaciones, lo que sirve como enigma desvelado den la explicación final, atando los cabos que pudiesen quedar sueltos por ahí. Estos personajes, el Pendergast de nuestro ejemplo sin ir más lejos, a menudo tienen envuelto en un halo de misterio su pasado, es un tema que no se toca en profundidad y que no es realmente importante en el relato, aún así justifica en muchos casos algunas de las habilidades del investigador. Su compañero dispone de las características que le hacen falta para completar el equipo, fidelidad que le hace seguir planes que no entiende, es más pasional frente al raciocinio extremo de su compañero, una tenacidad estilo bulldog y una visión más práctica de la vida, lo que devuelve al mundo a su más teórico compañero, éste lo utiliza como ancla que le impide alejarse demasiado de la realidad.

Frente a esta pareja, aparecen los protagonistas de cualquier novela negra, personajes mayormente solitarios pero a pesar de todo poseídos por una tremenda humanidad, de hecho en ellos se proyectan todas las virtudes y los defectos de toda la humanidad. Son ambiguos y no se rigen por las leyes que nos rigen a todos sino por sus propias normas. La vida les ha enseñado a desconfiar de lo que les rodea y las amistades ahí no son fruto de afinidades personales sino del concepto que se tenga del mundo, lo que se sepa o lo que se haya compartido, son uniones irrompibles y por las que se puede dar la vida en medio de la trama. Son personajes muy atados al mundo y son protagonistas de historias con una dosis de realismo que nos lleva a ver lo peor de la raza humana.

OBJETIVO. A pesar de ser géneros que proceden de un mismo punto y que comparten bastantes puntos en común, los objetivos son bien distintos y mientras en uno la resolución del misterio es el objetivo, como colocar correctamente las piezas de un puzle, en otro la representación de un submundo es el objetivo, ver hasta donde se podría llegar cuando se elige el camino equivocado. Los finales felices y cerrados, donde se explica hasta el último pormenor, motivaciones, hechos y demás se contrapone a una historia sin principio ni fin donde venganza, ira, dolor o redención podrían ser puntos tanto de partida como de destino, donde nunca se llega a un destino porque el mundo no cambiará porque lo haga algún desgraciado.


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